No tengo perdón, ha pasado un mes y aún no he relatado ese pedazo de viaje que hice junto con otras doce personas en 3 coches alrededor de Islandia. Empecemos:
El domingo nos acercamos a la empresa de alquiler de coches de la estación de autobuses BSI (es la más barata) para reservar dos Yaris y un Corolla. El lunes cuando fueron a recogerlos (a media mañana que varias personas teníamos ir ese día a clase) se encontraron con que el tío no lo había apuntado bien y no tenía coches. Un italiano entró en cólera y le echó en cara que era su culpa, que teníamos los alojamientos reservados (mentira) y que lo arreglara. El hombre se acojonó y nos dio un Corolla y un 4x4 al precio de los dos Yaris y nos dejó llamar desde su teléfono a otras empresas de alquiler de coche (él no podía darnos los teléfonos, menos mal que los tenían apuntados) y conseguimos un Polo. La verdad es que hubo nervios porque había visitas de España y no podíamos perder un día, pero al final salimos ganando.
Tras
llenar todo el maletero del 4x4 de comida y repartir los cd's partimos. Según fuimos saliendo de Reykjavik empezamos a ver las cimas de las montañas más y más nevadas como preludio de lo que nos esperaba. Empezamos a hacer fotos del paisaje y eso que lo bueno no había hecho más que empezar. Íbamos por la carretera circular, la número 1, que en principio es la única transitable y más para turistas, aunque terminaríamos descubriendo que en algunos tramos deja mucho que desear. Nos dirigíamos por el
oeste hacia el norte.
Pasado el monte Esja cogimos
un túnel de unos 5 kilómetros que circula por debajo del mar en Hvalfjörður. Pensé que habría que pagar pero aunque a la salida vi una caseta no había ninguna barrera. Cuando hicimos la parada los otros coches nos dijeron que había un cartel indicando que había que pagar en una máquina, pero juro que ni yo ni los de mi coche lo vimos.
Enseguida pasamos Borganes, dándome la impresión que la isla era muy pequeña en el fondo. La verdad que el clima no nos acompañó mucho esta jornada y simplemente de vez en cuando aminorábamos el paso para hacer alguna foto desde el coche.
Cuando ya habíamos llegado a la península de Snæfellsnes dejó de llover. Allí se encuentra el glaciar Snæfellsjökull que es uno de los 7 centros de energía de la tierra. En este glaciar hay un volcán y es donde sitúa Julio Verne la entrada al centro de la tierra. Paramos los coches y nos fuimos a andar por el desierto de lava, destino:
las rocas que había en lo que parecía la costa y resultó ser un precipicio. Desde allí las
vistas eran preciosas y tras estar un rato haciendo fotos, empezó a llover y volvimos a los coches. Esto era harto difícil porque a la vez que llovía soplaba un fuerte viento y el campo de lava estaba compuesto de subidas y bajadas, por lo que alguna vez cuando habías conseguido subir el viento te tiraba para atrás. Debido a este viento el agua
caía paralela al suelo y personalmente sentía que me estuvieran disparando perdigones. Llegamos a los coches totalmente calados de agua.
En la siguiente gasolinera paramos a llamar a diferentes hostales de las guías de viaje que llevábamos. Al final dormiríamos en Blönduós. Preguntamos a varias personas de la Cruz Roja que allí había que camino nos recomendaban seguir y nos dijeron que fuéramos por la 56 y después por la 54 hasta Borganes otra vez y que desde allí volvierámos a coger la 1 porque ir bordeando la costa podría ser
muy divertido pero tardaríamos el doble porque estaba muy nevado. El hombre nos deseo buena suerte.
Vimos un desvío a Borganes y empezamos a subir cota y cada vez había más nieve. Le pregunté al conductor de mi coche si había conducido alguna vez con nieve y me dijo que no. Mientras un sudor frío recorría mi espalda recordaba que mi padre cuando nieva en Soria deja de trabajar (él que no entiende el sentido de las vacaciones) porque es peligroso conducir con nieve con la furgoneta. En esto el coche (íba en el 4x4) culeó y yo pensando en que como tuviéramos un accidente y me hiciera un corte ni la fría nieve me cortaba la hemorragia. Como íbamos bastante por delante que el resto, paramos para que el resto de coches nos alcanzaran y cuando quisimos seguir el coche se había atascado en la nieve (repito, el 4x4). Tuvieron que salir varias personas de los otros coches (nevaba una barbaridad y como no en paralelo al suelo debido al viento que había) y empujar el coche hacia atrás. El coche era automático y tenía 2L, 2H, 4L y 4H (diferentes tracciones) pero el conductor no sabía cual debía seleccionar. Al final se puso otra persona en el asiento del conductor y consiguió sacarlo de ahí y decidimos dar media vuelta. Al llegar al empalme nos dimos cuenta que nos habíamos equivocado de carretera. Lo reconozco, pase bastante miedo. El comentario durante la jugada fue, menos mal que llevamos las ruedas de invierno (con clavos) y esto con un Yaris ni de coña.
Habíamos quedado con la persona de la pensión que llegaríamos sobre las 12 aunque sabíamos que era complicado que fuera antes de la 1. Llegamos a las 2. Nos habían indicado que fuéramos a recoger las llaves a un hotel y que ellos nos indicarían donde estaba el albergue. Pues bien, en el hotel no había nadie y por mucho ruido que hicimos allí no aparecía ninguna persona.
Alguien dijo que había visto entrar a alguien en un edificio y allí nos fuimos a aporrear la puerta. Era un panadero que iba a empezar su jornada laboral. El hombre se puso a hacer varias llamadas y coseguimos un sitio por 1000kr (13.85€) sin derecho a ducha para pasar la noche. La peculiaridad de esta casa era que el dueño nos advirtió y vigiló que no hubiera más de 6 personas en la cocina porque se podía hundir el suelo. Le hicimos caso, pero fue el cachondeo de
la noche.
Aquí estoy colgando las fotos, las del primer día ya están, pero las del resto estoy en ello. Si seleccionais slideshow se ven de forma más rápida.