Esta tarde hemos ido a la piscina. Tras un largo fin de semana es lo mejor para relajarse. La peculiaridad de la gran mayoría de las piscinas de Islandia es que están al aire libre. Suena bastante increíble, pero tras ducharte en el vestuario desnudo (es parte del ritual obligatorio), ponerte tu traje de baño y salir (literalmente corriendo en mi caso) al agua luego es todo relajación. Son piscinas geotermales y el agua está bastante caliente. Es una de las experiencias únicas que brindan este país.
Hemos ido a la piscina de Laugardal, que es una de las más grandes, con toboganes, hot pots, sauna, baño de vapor, círculo de agua templada, piscina para nadar y piscina para jugar. Los hot pots son pequeñas piscinas de agua caliente donde la más baja está a 37º y la última a 45º y se supone que hay que ir cambiando de más templada a más caliente. En la piscina para jugar hay una canasta de baloncesto (perfecta para quitarme el mono), pelotas, donuts y
utensilios blandos que no hinchables para hacer el ganso.
Como detalle personal y demostrando que soy una patosa, en uno de los círculos de agua me he resbalado al entrar y me he pegado un leñazo. En pocos segundos estaba bastante rojo y teniendo en cuenta lo mío mañana no me extrañaría tener lo que es la parte lateral del culo morada. Aunque le he dado a una niña pequeña no ha sufrido daños y los presentes, más la italiana que me acompañaban no se han reído. Algo que se me hace raro.
Entre que era de noche y que hemos apurado hasta el último minuto por lo que nos han echado, literalmente, de los vestuarios (no he podido secar mi vikini en la máquina que hay) no he hecho ninguna foto.
Aqui os dejo una foto de esta piscina, ya que las que he encontrado tienen
copyright. A ver si vuelve a nevar (ya no hay nieve) y repetimos experiencia, sin caída. Aunque están planeando ir al
Blue Lagoon alquilando coches y si hay nieve me apuntaré.