El cuatrimestre se acaba y aunque debería de estar estudiando los miles de trabajos que tengo que entregar no me lo permiten. Cierto es que el miedo escénico me han hecho retrasar alguna presentación que ya tenía preparada, asi que la próxima semana tengo 2 presentaciones (una sobre la historia de las ruinas de Numancia y otra sobre "Structured peer-to-peer systems for telecommunications and mobile environments") y entregar un trabajo al menos ("Evaluation of Internet Resources on a Specific Topic") Además tengo que reescribir un trabajo ya que usé demasiado palabras que no eran mías y comparar la navidad española con la islandesa aunque quiero cambiarlo por una comparación de Islandia con otros países teniendo en cuenta los datos de la última encuesta Durex; aunque no sé hasta que punto le parecerá serio esto al profesor, a mi personalmente me serviría para afianzar el vocabulario que estoy aprendiendo con
Sex and the city. Por si fuera poco varios libros sobre folklore islandés me esperan para un examen a primeros de diciembre y otro de distributed systems para el 13 de diciembre. Así que la sensación que tengo es que si llego a tiempo con los trabajos me estrellaré en los exámenes.
Para darle color a la semana un tal tojan.vundu decidió ponerse en activo el miércoles y aunque el antivirus lo identificaba era incapaz de eliminarlo por lo que tenía un molesto pop-up que no me dejaba trabajar y los spyware que tengo aunque lo neutralizaban tampoco lo eliminaban. Al final
esta web me dio la solución.
El jueves no salí de tranqui, como suelo hacer y eso que había fiesta en el bar de Gamli Garður, porque el trojan.vundu me absorbió y estuve guerreando con él. El viernes, harta del virus me fui a trabajar a la universidad. A eso de las 10 de la noche me marché aunque nadie me echó y es que creo que han ampliado los horarios de cierre de las facultades y por allí no hay nadie cuidando. Como necesitaba despejarme di un largo paseo bajo la lluvia. Estaba tan cansada que acabé dormida en la bañera, aún así a la 1:30 salí de casa, lo que me libró de andar bajo la lluvia buscando la casa de unas austriacas donde había una fiesta.
El sábado fuimos a ver el partido de fútbol a un bar donde había mayoría del Barça entre la colonia de italianos y españoles que nos juntamos. Hubo piques, pero fue justa la victoria del Barcelona. Por la noché salí pero me volví a las 5 a casa que estaba cansada.
Hace casi un mes empezaron las labores de decoración navideña en Reykjavik y esta semana empieza a ser más llamativo, aunque algo me dice que aún queda mucho que poner porque tienen fama que decoran muchísimo todo. Por ahora lo que más me gusta son los árboles azules de Laugavegur. Tengo que pedir una cámara...
Para los que tan preocupados están con el frío que debe de hacer por aquí decir que hemos tenido que quitarnos ropa de abrigo porque los últimos días subieron las temperaturas y los leotardos, guantes y gorros molestaban. Se podría decir que hacía calor, ya que 5/9º no es frío. Aunque hoy han caído algunos copos de nieve, el lago se ha deshelado en buena parte y no tenemos ni nieve, ni hielo en las calles. Seguro que ahora por hablar en un par de días vuelve a helar y las calles se vuelven a cubrir de una fina capa de hielo brillante.
Actualización 22:32:Se me olvidó comentar que la casa donde vivo va creciendo en cuanto a número de
huéspedes. A mis dos compañeras de piso,
Franz y yo se sumó en septiembre medio esqueleto humano femenino y esta semana un muñeco hinchable de color con instrumento con mando a distancia incluído gentileza de los amigos españoles de una de mis compañeras de piso, que supongo se lo han enviado como regalo de navidad. Fue una situación muy divertida. Lo tenemos hinchado sentado en un sillón y ya nos hemos acostumbrado a su sombra ya que al principio nos parecía que había alguien y menudo sustos que nos pegábamos. Su instrumento cual vela está encima de la mesita del salón ya que no hemos sido capaces de ponérselo.