Empieza otro fin de semana en Reykjavik y parece que este no hay fiesta en ninguna guesthouse o similar. El sábado pasado la sangría party triunfó y aunque las notables ausencias la hacían diferente otras cosas seguían igual; como el alemán engatusando a las chicas pero recordando que tiene novia y que aunque a ti te quiere a ella la ama. Lo peor es que las mujeres a veces somos tontas y nos creemos que esta vez será la definitiva y nosotras seremos las elegidas. Mientras el chico se dedica a coleccionar besos, porque es lo único que quiere.
He echado mucho en falta a los chicos durante el fin de semana, seguramente alguna vez para ellos era simplemente su animal de compañía, pero yo me sentía cómoda con su trato. Cuando se olvidaban que estaba ahí era muy divertido oír sus opiniones sobre las tías, ver como también dudan o son débiles, pero otras su sentido común se impone y aunque una chica se insinue no se liarían con ella "porque sería como liarse con su hermana pequeña". Puede que alguno le llame a esto prejuicio, pero si total tienes claro que es sólo un calentón tampoco hay que complicarse la vida y más si sabes que ella se puede encariñar. Por otra parte, a veces, veían las cosas mucho más claras y mientras una historia para las chicas era una movida para ellos era una tontería y no había que darle importancia. Salvo sorpresas, creo que este cuatrimestre me faltará mi yang.
Hoy es el cumpleaños de uno de los valencianos, muchísimas felicidades. Disfrutalo como tu bien sabes.
Para los siempre preocupados del tiempo islandés: el cuadro de la derecha no está estropeado, ya no hay nieve ni hielo en Reykjavik.